La economía de la empatía o las relaciones como capital.

Jean Clauteaux
3 min readNov 19, 2021

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Desde muy pequeño siempre me han interesado las relaciones humanas y su valor. La amistad, el amor, las relaciones profesionales. Uno de mis puntos predilectos es el de esa inexplicable “química” que surge entre las personas. ¿Qué explica que dos personas o varias personas se entiendan bien y se complementen? Me enfoco en esa parte bonita de los encuentros que es la finalmente más interesante.

¿A quienes de nosotros no nos ha sucedido de hacer encuentros con personas e inmediatamente sentir que “todo esta bien”?

Cuando eso sucede en nuestra vida personal hablamos de amor y amistad pero en nuestra vida profesional tenemos tendencia a dejarlo de lado como un factor marginal. Ese elemento, esa “química” lo es todo.

Construimos fabulosos planes de negocio y “pitch decks” para nuestras ideas y proyectos. Hablamos de proyecciones de negocio… si no esta la “química” nada de eso sirve.

El fundador de L’Oréal, Eugene Schueller, decía en 1920 que había una “TSF” (transmisión sin cable) o Radio entre las personas y que todos sabemos lo que el otro piensa en cierto modo. Eso es interesante porque al suponer esa misteriosa transmisión de sentimientos y pensamientos vamos al centro de lo que importa: siendo auténticos y verdaderos, transparentes y empáticos tendremos mejores resultados. Estaremos en más oportunidades al tener ese tipo de conexiones positivas.

Cuando dos personas con intereses compartidos se encuentran, la sinergia es transformadora.

Somos seres humanos, no máquinas. Necesitamos esa “química” que nos hace avanzar y cooperar. Al tomarlo en cuenta y hacer de ello nuestro enfoque principal se abren muchas puertas.

Con el tiempo, en mi experiencia lo que más a sumado y restado son las relaciones. Mi pregunta entonces sería; ¿Sería ese el verdadero activo/capital que tanto estamos buscando en nuestra vida para ser más felices? Personas con las que “todo esta bien”.¿Sería esa la verdadera riqueza?

Estas preguntas para mí no son para nada conceptuales o filosóficas, las considero muy concretas y prácticas.

Las relaciones nos permiten navegar en una vida hecha de imprevistos y dificultades y nos permiten hacer la diferencia entre el éxito y el fracaso.

Voy al punto de la “química”, ir un poco más allá del ya banal “millón de amigos”. La “química” al interactuar con alguien es una “chispa” absolutamente inmediata y determinante. El lenguaje corporal, la capacidad de escuchar realmente sin querer responder, el interesarse de manera absoluta por el otro ya sea un policía, un doctor, un mecánico o un gran director es determinante.

Hay personas que poseen de manera nata esa “simpatía” que les abre puertas sin tener que hacer el mínimo esfuerzo. Pero para que sea sustentable hay que trabajarlo, ejercitarse cada día en desarrollar la gentileza, la buena escucha y la empatía.

En un mundo digital exponencial, estas habilidades llamadas blandas son el ábrete sésamo de un mundo muy competitivo. En los canales digitales no basta un “like” ni un largo email. Las relaciones se construyen a menudo con plazos largos e iterativos de interés por el otro. Comentarios, contenidos compartidos, mensajes afectuosos bien calibrados.

Lo que aprendemos en el realverso se centuplica en el metaverso. Esto hace que si no generas “química” puedes terminar en aislamiento digital y tener una inmensa dificultad a lograr alcance inclusive para tus actividades profesionales y negocios. Es por eso que hoy se habla tanto de empatía, inclusive de economía de la empatía para reforzar la necesidad vital de construir relaciones eficaces en el instante, a la velocidad de una sonrisa y una mirada gentil. A la velocidad de una escucha absoluta del otro.

¡Bienvenidos al Futuro!

Jean Clauteaux

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Jean Clauteaux

I am the founder of the URIJI social network @urijijami | Digital Mentor | Past: President CEO L’Oréal